Pilates y lesiones o patologías:

Normalmente, cuando una persona acude a Pilates lo hace con la intención de recuperar lo que conocemos como “higiene postural”, significa que los patrones posturales se han visto alterados, bien por malos hábitos desde la infancia como: sentarse mal en un asiento, cargar con más peso del que puede soportar o no practicar ningún tipo de actividad física, desarrollando un nulo tono muscular; o bien, por una patología asociada a la columna que le impide tener una postura correcta.

Si hablábamos hace poco de cómo el Método Pilates resulta sumamente beneficioso en la recuperación de lesiones, ahora nos centraremos en las patologías más comunes de la columna y cómo tratarlas si ya se padecen o prevenirlas para que no aparezcan, en algunos casos, a través del Pilates.

ESCOLIOSIS

La escoliosis es una condición que causa una curvatura de lado a lado en la columna vertebral. La curvatura puede tener forma de “S” o “C”. En la mayoría de los casos, no se sabe qué causa esta curvatura.

Pilates: el objetivo es alinear el cuerpo constantemente, haciendo hincapié en fortalecer la zona débil y elongar la zona más corta y fuerte. También el trabajo de bilateralidad es esencial (pierna derecha-brazo izquierdo/pierna izquierda-brazo derecho). Se notan mejoras posturales de relevancia y menos dolores de columna.

HIPERCIFOSIS DORSAL

Más conocida como “chepa”. Es un exceso en la curvatura de la columna a nivel dorsal, se puede nacer con predisposición a esta patología, pero también se puede desarrollar si la persona tiene malos hábitos posturales o no desarrolla tono muscular.

Pilates: dependiendo de la gravedad de la hipercifosis, la persona no podrá respirar con facilidad, sentirá mucha fatiga y dolores musculares a la altura del pecho. Empezar por ejercicios de respiración profunda en el suelo puede ayudar mucho, sobre todo para una toma de conciencia corporal y emocional. Después todos los ejercicios que trabajen la apertura pectoral y que potencien la fuerza en la espalda.

HIPERLORDOSIS LUMBAR

En este caso, el exceso de la curva es en la zona lumbar. Esto puede generar, si no se trabaja a tiempo y no se realiza ningún tipo de ejercicio de fortalecimiento abdominal, en hernia o protusión discal, que veremos más adelante. También las conocidas ‘lumbalgias’ están íntimamente relacionadas con la hiperlordosis.

Pilates: lo más indicado para estos casos son todos aquellos movimientos que estén enfocados en fortalecer la faja abdominal y el centro del cuerpo, que sirva de compensación y soporte a la zona afectada y débil.

PROTUSIÓN / HERNIA DISCAL

Las lesiones de los discos intervertebrales son bastante comunes: estos discos, cuya función es mejorar la movilidad y estabilización intervertebral, están formados por un núcleo pulposo y un anillo fibroso alrededor. Cuando este anillo se degenera y se desgarra se produce la protusión discal: el disco pierde su forma y se abomba (también se le llama “hernia contenida”). La protrusión es el paso previo a la hernia discal, que se produce cuando el disco se rompe y su núcleo, todo o en parte, se desplaza hacia el exterior de la vértebra.

Pilates: existe un miedo muy extendido a hacer deporte cuando se padece algún tipo de hernia, y es frecuente escuchar las dudas sobre los beneficios que el pilates puede aportar para mejorar las condiciones posturales de la persona afectada. Sin embargo, las mejoras son notables y la calidad de vida es inmejorable. Eso sí, siempre se trabajará evitando aquellos ejercicios en los que se combina la flexión de columna con la rotación de la misma (por ejemplo, the saw o ’la sierra’). Los ejercicios de hiperextensión de tronco tumbados boca abajo, deben realizarse de forma muy controlada y alineando correctamente la espalda siempre. Como en los casos anteriores, se ha de hacer hincapié en los movimientos que ayuden a trabajar la musculatura del tronco, fortaleciendo tanto la zona lumbar como la abdominal.

Así que… ¡perdamos el miedo a movernos! Una patología no impide que hagamos ejercicio y sintamos nuestro cuerpo en movimiento, tal vez no lo podamos hacer como en la “foto”, pero ese no es nuestro objetivo, sino llevar la postura correcta y poder disfrutar de cada momento de la vida sin dolor y con plenitud.

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    ¿Ha realizado pilates anteriormente?* ¿Conoces los beneficios de la disciplina Pilates?* ¿Tienes claros tus objetivos a alcanzar o mejorar en cuanto a tu salud física y psicológica?* ¿Padeces de alguna enfermedad o lesión en algún área de tu cuerpo?*
    ¿Necesitas apoyo para tus objetivos o proyecciones en Pilates con información específica y personalizada por parte de las instructoras?* ¿Consideras La salud y el bienestar elementos importantes para tu vida?* ¿En caso de padecer alguna enfermedad o lesión cuentas con la autorización de tu médico tratante para realizar Pilates?*